Las nuevas prácticas sociales a las que como sujetos discursivos nos enfrentamos hoy en día dentro de nuestra comunidad nos exigen nuevas formas de leer y escribir, es decir, como lo explica Carlino(2005), nos encontramos ante una nueva alfabetización académica, y en este caso nos referimos a las Nuevas Tecnologías de la Información.
Por lo anterior, como profesores de lengua nuestra responsabilidad es justamente contribuir en la producción y desarrollo pertinentes de las nuevas prácticas letradas de nuestros estudiantes. Sin embargo, es de vital importancia que entendamos que el fomento del uso de las TIC para el aprendizaje de los procesos de lectura y escritura no debe ser sólo un clon de la clase tradicional con una herramienta electrónica. Por tal razón, comprendemos que el reto al que nos enfrentamos en esta ocasión no solamente son las nuevas tecnologías por sí solas, sino la invitación a elaborar nuevas metodologías apropiadas a contextos y propósitos particulares.
Partiendo de nuestro contexto escolar, en el Instituto SJIC, nivel bachiller, la comunidad estudiantil cuenta con herramientas tecnológicas apropiadas para el desarrollo del proceso de escritura digital, sin embargo, sus producciones en este espacio dentro del área de inglés son similares a las escritas en papel con problemas de diversa índole, desde ortográficos y sintácticos, como de coherencia y manejo de la voz propia en textos de opinión.
Así entonces, observamos que los estudiantes no reflexionan en su proceso de escritura ni en papel, ni tampoco cuando manejan las nuevas tecnologías, desperdiciando así todas las bondades y ventajas que les brinda una herramienta tan poderosa, tales como la multimodalidad, o los diversos caminos de la lectura previa a su producción (el hipertexto). Estamos convencidos de que tanto la interacción y participación que se establece en el diálogo digital es un elemento fundamental para la construcción de su voz como sujetos discursivos a través de sus producciones escritas digitales.
Lo anterior nos hace pensar que en apariencia, los estudiantes transcriben el mismo texto escrito a lápiz, pero lo disfrazan con una herramienta TIC, lo cual le quita todo peso e importancia a la misma. Por ello, nuestro propósito es identificar en qué medida podemos aprovechar el uso de algunos recursos digitales en la producción de sus textos escritos, y particularmente nos enfocaremos en las posibilidades tanto de interacción como de participación que el ciberespacio les ofrece al convertirse en miembros de esa comunidad, pues es de esa forma como podrán crear y mostrar su identidad y voz digital como sujetos discursivos ante el gran mundo polifónico en el que estarían inmersos.
Todo esto es relevante en la medida en que el proceso de escritura se vuelve significativo para los estudiantes, pues saben que serán leídos por alguien más, y tendrán un propósito particular en su producción, que irá más allá del profesor y del salón de clase (blog, facebook).
Tomando en cuenta lo que hemos expuesto hasta ahora, lo que tendríamos que hacer como profesores posteriormente, y a manera de intervención pedagógica, es identificar actividades didácticas nuevas que atraen a los estudiantes y que puedan contribuir en el cumplimiento de objetivos de escritura, entre ellos el manejo de su voz. Nuestra tarea, entonces, es en gran parte ayudar al estudiante a formarse como sujeto discursivo digital.
Con el fin de lograr todo lo anterior, tendremos que recurrir, aunque de manera muy puntual, a un marco teórico que nos permita definir conceptos y nociones necesarias para el sustento de nuestra pequeña investigación, entre ellos, el de TIC , discurso, escritura (digital), enunciación: voz, género, argumentación, aprendizaje, entre otros.
Por último, también tendremos que revisar el proceso que siguen los estudiantes en la producción de sus textos, en cuanto al recurso que nos interesa trabajar, y que ya hemos expuesto.
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